| Los niños cantando durante la caída de Hans |
Muchos encargados de tiendas temen a la Navidad por la obligación de estar oyendo las canciones pop que elige un encargado una y otra vez hasta la saciedad: Last Christmas de Wham, All I want for Christmas is you, de Mariah Carey ... por no hablar de los villancicos tradicionales interpretados por coros rocieros con versos y elementos repetitivos como alepúm, ale-alepúm, alepúm, ale-alepúm, alepúm catapún o pastorcillos, pastorcillos en el portal, en el portal (o fun fun fun, según la versión). Alguno intenta colar el Fairy tale in New York de The pogues, que es más moderno pero ni aún así se hacen llevaderas las largas jornadas navideñas. (También hay alguno que ha hecho sonar por la megafonía del centro comercial en el que trabajaba el "Hoy comemos pavo, hoy comemos pavo/y si no te gusta tócame el/Navidad, dulce Navidad", ganándose con ello una suspensión de empleo y sueldo)
Un grupo de dependientes de videoclubes y librerías especializadas ha decidido, inspirado por la película de John McTiernan protagonizada por Bruce Willis, "La jungla de cristal", cuya acción tiene lugar durante la misma Nochebuena, organizar un conjunto músico vocal que cante cosas propias no de una sociedad agraria con sus pastorcillos, burras y borriquitos, sino que interpelen a los que nos movemos en este occidente post-industrial del siglo XXI.
El nombre elegido finalmente para la agrupación ha sido "Los niños cantores de Nakatomi", en el cual no se puede decir que haya ningún niño, ya que ninguno de sus componentes baja de la cuarentena. Sin embargo, el espíritu es el de cantar las heroicidades del personaje encarnado por Bruce Willis y, como sabe todo el que haya puesto la televisión en periodo navideño en los últimos veinte años, el edificio Nakatomi es donde tiene lugar la acción de "La jungla de cristal" y en él no volaban peladillas sino las balas de 9 mm Parabellum que solían ir apuntadas al protagonista principal, John McClane, al que se canta:
John McClane, John McClane,
ven acá corriendo,
que Hans Gruber
ya se está cayendo
No sólo los temas policiales y de seguridad son objeto del canto de Los niños cantores de Nakatomi, sino que a la inteligencia artificial también se le ha dedicado un tema, del que extraemos el estribillo:
A Chat GPT le pregunté, rin rin,
yo le preguntaba, yo le pregunté,
si me hacía el trabajo, si me lo iba hacer,
yo le preguntaba, yo le pregunté,
o si lo copiaba de Gooooogle
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